Velociraptors que lo visitaron

domingo, 31 de octubre de 2021

Psycho


Cuando el pasado te acusa
y no hay defensa posible,
porque los cargos son reales,
arrepentirse a penas sirve.
Fue como estar borracho
de superpoderes.
La paranoia brutal
te hace olvidarte de quien eres.
Entre delirios y ansiedad,
retozaba con cuchillos,
mientras pateaba la nuca de mi entorno
contra el bordillo.
Aún me arrepiento de algunos
de mis malos actos de entonces.
Si no fuese porque
los de los cuerdos fueron peores.
Porque ellos eran conscientes.
Y si siguiera en mis trece,
entendería que un día la gente
que me rodea se aleje.
Terminé demente,
harto de irrealismo mágico.
Desquiciado completamente,
cumplí los 26 en el psiquiátrico
por trastorno psicótico.
Esquizofrenia fue el diagnóstico
y Olanzapina el tratamiento.
Y yo hasta el culo de THC en aquel momento.
No me hizo nada.
Si hubieran esperado a que me bajara...
No tenía remedio.
Rápido probaron con Xeplion.
Tuve suerte de que aquello
sí me hiciera efecto.
Y aquí estoy, después de
más de año y medio.
Logrando por fin ser feliz
a un altísimo precio.
Entendiendo los riesgos,
como violar la condicional.
Pero antes que verme condenado,
me la juego hasta el final.
Me da igual volver al hospital.
Sé de lo que hablo.
Me acuerdo del sano y sabio Alejandro.
Él sólo era bipolar
y se acabó suicidando.
Pobrecito...
Y yo en 4 putos meses que estuve limpio,
sólo pensaba en un porrito.

Prefiero ser un loco alegre.