Velociraptors que lo visitaron

lunes, 27 de mayo de 2019

Aunque duela



Para recibir de este mundo cosas buenas,
hay que vivir siempre abierto a él, aunque duela.
Y aunque duela seguiré aquí,
sentado junto a la hoguera que me consume.
Y aunque me toque ser leña por ti,
me convertiré en el humo que sube.
Tengo el corazón lejos
por si el calor me apuñala.
Por favor, no me des consejos,
debo aprender a usar mis alas.
Demasiado sabe el silencio
cuando clava en mi sus espuelas.
Afilaré hasta el viento
para que me encuentre desnudo, aunque duela.

domingo, 19 de mayo de 2019

Un solo hombre



Un solo hombre soy, sólo eso.
Sólo puedo hacer lo que puedo hacer.
Estoy limitado por mi carne y mis huesos.
También tengo sangre, entrañas y algo de piel.
Puedo hacer lo que quiera en el mundo,
pero sigo sin poder cambiarlo.
Y, aún hoy en día, hay quien sufre en algún lugar.
Siento su dolor, y me duele, porque somos hermanos.
El sufrimiento de este mundo debe terminar.
Pues todo lo que les pase a ellos, me estará pasando a mí.
Pero el reloj sigue avanzando, con todo arrasa.
Y lo que el fuego traiga, todos lo hemos de asumir.
Alejad vuestras grandes mentiras de casa.
Aquí tenéis mi ira y mi hiel permanente.
No puedo evitar odiar al que mira indiferente.
Nada iluminaría más mi alma que ver el mundo alegre.
Sigo siendo sólo un hombre, la multitud es más fuerte.
Pero una sola persona puede cambiar el mundo,
porque el mundo parte de una sola persona.
Y cuando te sumerges hacia el Sol más profundo,
arden mil sombras que no son las propias.

lunes, 13 de mayo de 2019

Seré breve...



Si buscas flores, mira en otra parte.
No tengo nada parecido, nada más allá.
Hoy sólo poseo mi carne y mi sangre,
que entrego como humilde ofrenda de animal.
Máscara de sinvergüenza poesía
para el más puro acto carnal.
Cae y bendice con la llama
a los que se arrojan al mar.
Como la bala perdida culmina al casquillo,
así culmino yo al hombre mediano.
No te enamores de mí,
y si soy suficiente para ti,
arderemos juntos en el delirio
más intenso que jamás hayas probado.

domingo, 5 de mayo de 2019

Pájaros en la cabeza



Esta mañana, me he sorprendido admirando aves.
Grandes bandadas de golondrinas extendían sus alas de par en par.
Los estorninos viajan coreando cánticos nupciales,
y jamás se aferran entre ellos al volar.
Pueden ir juntos, pero ser cada uno tan dueño de su propio rumbo,
como cualquier otro miembro del grupo.
Maravillado, me desarmo y me reconstruyo, y ahora sobra un tornillo.
Un grillo escurridizo se esconde en el arbusto.
Mientras tanto, las águilas y los halcones bailan entre sí, cada cuál en solitario.
Me vienen hermosos recuerdos de mi niñez,
viendo animales con los chavales del barrio.
Y yo me pierdo solo, tras ellos, desvaneciéndome en el cielo.
No necesito alas, tampoco levito,
ni siquiera evito el miedo.
No afronto, no enfrento,
no desaparezco, sólo vuelo.
Entre poesía y desconsuelo,
rujo y resurjo mil veces de nuevo.
Y logro flotar, fliur, sentir, cambiar de forma.
Y me mezclo con la gente de la calle, volviéndome sombra.
Gracias por la libertad y la calma de este momento,
que es algo tan enorme, y que la gente, normalmente, no valora.
Que elimina de la realidad el cruel cemento,
y me permite crear, sin juzgar ni poner normas.