Velociraptors que lo visitaron

domingo, 7 de julio de 2024

Gracias por preguntar

 

Todo va bien, gracias por preguntar.
Aunque te lo cuente, no vas a querer escuchar.
Conozco a los ángeles de la Tierra,
a algunos les hice mucho daño.
Pero siguen fumándose a esa perra
mientras jura no ser culpable el Diablo.
Creo que lo entiendo, yo también siento lo mismo.
Sé lo que es no querer disculpas de los monstruos del abismo.
Así que dejemos que el tiempo pase,
que cierre y entierre las cicatrices.
Y cuando por tu camino pase
me apartaré incluso si no me lo pides.
No le demos más vueltas.
Mi corazón ya se ha roto una y otra vez.
Sé que mi presencia te molesta,
es una herida por la que siempre sangraré.
No volví a buscarte, simplemente te vi.
¿Seré capaz de volver a alejarme de este precipicio?
Tal vez no esté alegre, pero soy feliz,
aunque me encuentre, como dice la canción, en el lado equivocado del paraíso.

Dedicado por alusiones


¿Pero cómo eres tan grande, mujer?
Tú que encarnas la belleza del mundo,
tú que ocupas el espacio del saber,
pero el del corazón, el más profundo.
Tú que eres guía sin aleccionar,
tú que me aceptaste, tú que me acogiste.
Tú que tan bien sabes interpretar,
los roles más alegres y los más tristes.
Tú que eres maestría entre maestros,
tan siempre joven y tan hermosa.
Que enviaste a pastar los sufrimientos
y escogiste ser feliz en ocasiones dolorosas.
Para ti no tengo más que gratitudes,
pues son refugio hasta tus sombras más oscuras.
Y aunque no poseo demasiadas virtudes,
te ofrezco mi nobleza y brillante armadura,
que son sólo un humilde agradecimiento, por si un día las necesitas…

Te entrego este poema

 


Es tuyo, haz con él lo que quieras.
Por mí como si lo quemas,
para que las llamas devoren esas sombras funestas
cargadas de sabe Dios qué.
No te dejes,
que no te hagan pensar que sólo eres esqueje;
que no mereces más que sus grietas y su sombra,
sus bromas agresivas, sus malas formas,
y todo ese arsenal y tantos tejemanejes;
que no son suficientes veinte docenas de rosas,
porque mereces respeto sin más razón de ser.
¿Cómo se atreven?
¿Cómo osan pisar tu vida y tus sueños?
Si hasta tus logros más pequeños
superan todas sus vidas con creces.
No olvides, bajo ningún concepto.
“Lo hacen por ti”. Te pisan por ti, te maltratan por ti,
te insultan por ti, porque eso “te hace fuerte”.
Cuidado que un día no les partas la cabeza, por cierto,
de lo fuerte que te has vuelto al sufrir,
o te des la vuelta y les ofrezcas tu lado más indiferente.
Sólo aprovechan mientras no puedes huir,
pero algún día se cortarán las venas,
y sangrarán nuestros pulmones negros de ansiedad.
Aprovechad, cobardes, que ya no os valdrá mentir,
y sólo idiotas tragarán vuestras penas,
de cocodrilo, como para caer al vacío una eternidad.
¡Cuánta tinta y saliva desperdiciadas en oídos sordos!
Muchas veces, si puedes, es mejor cortar por lo sano,
de esos que te arrancan el alma y la cordura si les tiendes la mano.
De esos que con un beso te apagan la luz de los ojos.
No es sano acostumbrarse a la miseria,
bajo un cielo infinito y lleno de estrellas.
Que se la metan por el culo los que la busquen, así te lo digo.
Que se vean solos y se den bien por jodidos,
no por merecimiento, sino producto de sus propios cultivos.
Es como el árbol que farda de sus frutos maduros,
que cuelgan de sus ramas rameras,
mientras sus hijos siguen muriendo a sus pies poco a poco,
asfixiados por la raíz, faltos de agua y de luz.
¿No te das cuenta, árbol inmenso, de que eres diminuto?