Velociraptors que lo visitaron

domingo, 21 de julio de 2019

Ni tan mal



Guardé bien mis trenes inviables
al refugio de canciones oxidadas,
de amor, brujas y naves espaciales,
pero perdí el comodín de la baraja.
Aún con mi fatiga inmaterial,
se hizo la noche transparente;
hallando, los cielos, su final
entre aquellos saltos y puentes.
Pobre equilibrio a trompicones
para los cojones del mico,
que no importa de dónde caiga
porque siempre sale vivo.
Un pasito bien, cinco fatal
y catorce regular.
Pues, oye, tampoco estoy tan mal.
Caigo porque no me quedo quieto.
Sigo vivo, de momento,
y me vuelvo a levantar.
Tengo mucha experiencia en algo
que ya, realmente, no me vale.
Vienen nuevos maestros, nuevos fallos.
Porque es así el aprendizaje.
Si no tengo prisa yo,
no la tengáis vosotros.
El futuro es el amor
absoluto y para todos.
Y eso escapa a nuestro control,
y es voluntad nuestra a su vez.
Tan maravilloso es el corazón,
tan grande es nuestro poder.
He de tomar decisiones, dar pasos,
pasando de juicios con prisa.
Y si hoy acumulo fracasos,
tarde o temprano vendrán las sonrisas.
Pero sois realmente vosotros
la energía que me mueve y me da forma.
¿Quién mas que vosotros me envuelve,
me enseña y me soporta?
Vosotros camináis conmigo
y me ayudáis si lo necesito.
Compartís conmigo vuestra
sabiduría y abundancia.
A todos vosotros, maestros,
muchas gracias.

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