Velociraptors que lo visitaron

domingo, 10 de marzo de 2019

El sentir del ser



Todos entristecimos alguna vez. Y nos sumergimos en esa tristeza y no hallamos fondo. Porque no hay nada más profundo que la tristeza. Y no hay hombre más profundo que el hombre triste.
Todos nos enfadamos alguna vez. Y en un momento, la ira toma el control. Porque no hay nada más inmediato que el enfado. Y no hay hombre más inmediato que el hombre enfadado.
Todos nos alegramos alguna vez. Y reímos a carcajadas, y la alegría se contagia alrededor. Porque no hay nada más extenso que la alegría. Y no hay hombre más extenso que el hombre alegre.
Todos nos hemos dejado llevar alguna vez por el placer. Todos lo buscamos incansablemente. Porque no hay nada más agradable que el placer. Y no hay hombre más agradable que el hombre placido.
Todos nos hemos quemado alguna vez. Todos decidimos no volver a sentir ese dolor, si puede ser, nunca. Porque no hay nada más intenso que el dolor. Y no hay hombre más intenso que el hombre dolorido.

Por mi experiencia te diré, querido lector, que existe un tipo de amor más profundo que la tristeza, más extenso que la alegría, más inmediato que el enfado, más intenso que cualquier dolor y más agradable aún que cualquier placer. El amor a la vida.
Y quien ama no se apega, porque el apego apresa y el amor libera, y ¿quién nos dice que la muerte no sea también maravillosa?

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