Velociraptors que lo visitaron

lunes, 3 de julio de 2023

La tumba de mi perro


Se supone que este poema debía ser para agradecerte los 14 años que estuviste con nosotros, pero ha terminado en un pozo de rabia sobre tu tumba.

Hoy al cielo ha subido un angelito,
duro como pocos, a dejar huella en el infinito.
Parte de las penas de tu vida fueron culpa mía.
Juzgaron sin conocerte porque son almas podridas.
Aplacaste mi agonía, guardaste mis infiernos
cuando no había nada que calmara demonios internos.
Nadie sabe lo que viviste de puertas adentro,
lo que aguantaste, lo que evitaste de sufrimiento.
La alegría que trajiste y el hueco que dejas,
ahora que te fuiste. Sigue, de mi madre, cerca.
Cuando te rebelaste y me empujaste a hacer lo mismo,
para poder salir los dos de aquel oscuro abismo.
Pero la furia que siento ahora no sosiega,
Mi espíritu arde y la imagen de papá se quema.
Que quería ver al perro y vino a su entierro
para tirar su cuerpo de cualquier forma en el agujero
y pisar aquella tumba sin miramiento
para apelmazar la tierra porque "ya estaba muerto".
Más muerto está él, eso te lo aseguro,
deshumanizando todo hasta límites absurdos.
Irresistibles ganas de partirle la cabeza
y enterrarlo allí mismo igualmente a él.
Yo no me meo en la tumba de su puta madre
aunque resulta que ya está muerta también.
No lo hago porque entiendo lo que es el respeto,
el nudo en la garganta cuando la sangre está hirviendo.
Por creer en su dolor me ha partido el corazón,
juro que es la última vez que le permito una traición.
Ni siquiera una oración final de despedida.
Vino para tocar los huevos y quiso irse enseguida.
Me ha amargado el luto, que no me espere en su entierro
o mearé su tumba. Echo de menos a mi perro.
Si hubiera sido algo bonito, lo escribiría.
Hubiera llenado tu sepultura de nostalgia,
pero ahora que debo sentir tristeza, siento rabia.
No tienes la culpa. Clamo por falta de alegrías.
Tampoco hubo muchos buenos momentos, a mi pesar.
Me bastaba con verte tranquilo, y a ti con estarlo.
Mañana volveré a visitarte, por si pudiera cambiarlo.
Verte correr feliz, correr contigo y disfrutar.
Puede que esté siendo un triste egoísta,
pero juro que a veces te miraba y me cansaba de ser humano.
No siempre te quise lo mejor que supe o que debía.
Lamento haber metido la pata hasta el fondo y en vano.
Escribo en casa la despedida que no llevará
tu humilde sepulcro al lugar de más allá.
Espero que seas tan feliz como sé que mereces.
Que Dios te guarde y que este no sea el final.

Cuídate mucho, compañero.
Y gracias por cuidar de mi madre...

2 comentarios:

  1. Descansa en paz C! 🙏
    Ya no te veremos, pero seguro que serás un angelito protector para quienes te quisieron (y te quieren) y lo merecen 😍😇 🦎

    ResponderEliminar